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En medio de un panorama de desafíos económicos, la industria manufacturera de México continúa siendo un pilar fundamental para el crecimiento económico, aunque enfrenta señales de desaceleración en la generación de empleo.

De acuerdo con un reciente reporte de CIAL, proveedor líder de datos comerciales sobre América Latina, México ha experimentado pérdidas consecutivas de empleo en los últimos dos meses, mientras que la inversión fija sigue mostrando un crecimiento robusto, impulsado en gran parte por la estrategia de nearshoring.

Según el informe de CIAL, al cierre de junio de 2024, se registraron 22.32 millones de trabajadores afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Sin embargo, las cifras de empleo han mostrado una tendencia negativa, con una pérdida de 25,203 empleos en mayo y 29,555 en junio.

Esto representa un crecimiento anual del 2.0%, el más bajo desde abril de 2021, justo después de la crisis pandémica. Los sectores agropecuario extractivo y manufacturero han sido los más afectados, reflejando la primera caída significativa desde los primeros meses de la pandemia.

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Esta desaceleración en el empleo está vinculada a la moderación de la actividad económica local, lo que ha reducido la capacidad de generación de nuevos puestos de trabajo. Los analistas de CIAL destacan que, hasta la fecha, se han creado solo 432,000 nuevos empleos en comparación con el año anterior, una cifra también baja desde abril de 2021.

Inversión Fija: el Pilar

A pesar de la caída en el empleo, la inversión fija en México ha mantenido un crecimiento sólido. Durante el período de enero a abril de 2024, la inversión fija creció un 11.7% anual, con un aumento particularmente significativo en obras de construcción no residenciales, que incrementaron un 15.4%. Sin embargo, la inversión en maquinaria ha mostrado signos de desaceleración, con un crecimiento de solo 7.6%, la tasa más baja desde principios de 2021.

La estrategia de nearshoring ha sido un factor clave en este crecimiento de la inversión. Según el reporte, se espera que la inversión fija crezca un 6.1% durante 2024, alcanzando un valor equivalente al 27% del Producto Interno Bruto (PIB), es decir, unos 480 mil millones de dólares. Esta cifra histórica se debe en gran medida a la atracción de más inversión extranjera directa (IED) impulsada por el nearshoring, que está posicionando a México como un centro manufacturero clave para las empresas que buscan relocalizar sus cadenas de suministro más cerca del mercado estadounidense.

El sector manufacturero, que representa un componente vital del crecimiento económico de México, se enfrenta a un escenario mixto. Por un lado, la reducción en la generación de empleo podría frenar el consumo privado, lo que impactaría la demanda interna de productos manufacturados. Por otro, el continuo flujo de inversión extranjera directa y el fortalecimiento de la infraestructura industrial gracias al nearshoring ofrecen una base sólida para el crecimiento a largo plazo.

El reporte de CIAL también sugiere que el Banco de México (Banxico) podría comenzar a reducir sus tasas de interés a partir de agosto o septiembre de este año, lo que podría aliviar algunas presiones financieras sobre las empresas del sector manufacturero. Sin embargo, también se advierte sobre la necesidad de manejar con cuidado el déficit fiscal y la demanda de más inversión extranjera para mantener la estabilidad económica del país.

Aunque el mercado laboral en México muestra signos de desaceleración, la inversión en infraestructura y maquinaria sigue siendo un motor clave para el sector manufacturero. La combinación de un entorno global que favorece el nearshoring y una política monetaria más flexible podría ayudar a mitigar los impactos negativos en el empleo y sostener el crecimiento industrial en los próximos años. El reporte de CIAL subraya la importancia de seguir monitoreando estos indicadores para anticipar y adaptarse a los cambios que se avecinan en el panorama económico de México.